Dirección
Calle del Doctor Castelo, 22, Madrid, España
Calle del Doctor Castelo, 22, Madrid, España
91 574 00 15
Esta taberna lleva en el Barrio de Retiro, junto a la calle Narváez, desde 1929. Sus comienzos fueron como almacén y expendeduría de vinos de Métrida, hasta que en 1989, se transforma en taberna restaurante, situando sus comedores en lo que era el almacén y la trastienda.
Han mantenido la singularidad de las tabernas madrileñas, sus puertas pintadas en rojo, la barra original con su mostrador de estaño, sus grifos antiguos y su sistema de enfriamiento de la cerveza y el vermut. Se enfrían a través de un serpentín de estaño, que se llena de hielo y se ataca debidamente y que al pasar la cerveza por el serpentín, toma la temperatura adecuada y la verdad es que saben a gloria.
Además en la barra tienen una gran oferta de pinchos, que te llaman la atención por su vista y que acompañan perfectamente a la cervecita y que es parada obligada antes de entrar al comedor. Recomiendo las gambas de Garrucha y las anchoas del Cantábrico.
Su propietario es José Luís Román, un profesional de la hostelería de siempre, ahora acompañado por sus hijos Pablo y Rodrigo.
La decoración es sencilla y prima el buen gusto. El comedor tiene sus paredes pintadas en dos colores, la parte inferior en granate y la superior en tonos claros, donde están colocados cuadros, espejos y unas hornacinas con platos y objetos decorativos.
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Open 24h
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mayo 8, 2024 2:42 pm local time
Su cocina es de mercado, con un toque de autor. Se puede empezar con algunos platos para compartir: como unas almejas a la marinera, croquetas de marisco, ensalada de ventresca, habitas con trigueros y huevos, garbanzos salteados con langostinos, chipirones encebollaos, ensalada de rape, callos con garbanzos y alguno más.
De pescado su oferta es amplia, suelen tener siete u ocho que varían según mercado, si bien, la merluza al aceite de oliva, el rodaballo a la plancha, la merluza a la bilbaína, el rape con boletus y los chipirones encebollados, no suelen faltar.
Para los amantes del pescaito frito, recomiendo si lo hay, la fritura de galanes o loritos, un pescado aplanado de color rojo, parecido al salmonete, que se pesca de bajura en la costa almeriense.
De carnes, el solomillo al oloroso con foie, las chuletillas de cordero y el rabo de toro.
De postre, el sorbete de hierbabuena, tarta fina de manzana y arroz con leche de coco y mango.
La bodega está muy bien surtida, con más de 130 referencias: entre otros, tintos de Martinez la Cuesta de Rioja y Viña Pedrosa de la Ribera del Duero; blancos de Rueda y Finca la Estacada y un rosado de Cigales
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