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Santa María de los Llanos, España

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FIESTAS DE CARNAVAL EN SANTA MARIA DEL LLANO

Las próximas fiestas de Carnaval, empiezan el jueves 16 de febrero de 2023 (jueves de lardero) y terminan el martes de Carnaval, para dejar paso a la Cuaresma.
Aunque el origen del carnaval es una fiesta pagana que se celebraba en la antigua Roma, en honor del dios Baco, dios romano del caos, la fiesta y el vino. Otros historiadores sitúan el origen de esta celebración, hace 5.000 años en el Egipto antiguos.
Otros, lo atribuyen a antiguos ritos, que se celebraban en honor al invierno (Saturnalia).

A comienzos de la Edad Media, la Iglesia católica propuso una etimología de la palabra carnaval, que en latín vulgar carnem-levares (abandonar la carne), en el comienzo de la cuaresma.

En nuestro país, es una antigua celebración lúdico festiva, que se originó en Cádiz, en el siglo XV, donde las gentes se ocultaban con máscaras y disfraces, haciendo desfiles, bailes y comilonas, donde participa el pueblo, caracterizados de los personajes populares que se distinguieron, por su bien o mal hacer, en el trascurso del año.

Pero parafraseando el “Spain is diferent”, que se pusiera de moda en los años sesenta para incentivar el turismo, existe un pequeño pueblo castellano manchego, que ha CRISTIANIZADO este rito pagano y que sus fiestas las celebra un mes antes, más o menos, concretamente el 17 de enero festividad de San Antonio Abad y es Santa María de los Llanos, en la provincia de Cuenca, el único pueblo de España que celebra CARNAVAL, bajo la invocación a San Antón.

Los orígenes de la veneración de este Santo y de su devoción popular, es por ser el Santo Patrón de los animales de carga, que ayudaban a las labores del campo.
No se puede establecer claramente una fecha concreta en la que se comenzó a venerar este santo porque es una tradición antiquísima en la comarca y apenas existen evidencias que identifiquen su primigenia devoción. Desde la misma muerte de este san Antón o Antonio Abad en la segunda mitad del siglo IV, se comenzó a rendir culto en la zona oriental del cristianismo, mientras que no sería hasta el siglo IX cuando se extendiese por el resto de la cristiandad, siendo esta la posible fecha en la que llegase su culto a la Península Ibérica y cuando se definiese las características que hasta hoy han llegado sobre este santo.
San Antón ha sido uno de los santos más representados en la Historia del Arte (El Bosco, Paren-tino, Zurbarán, Otto Dix, Dalí, Diego Rivera, etc.), sobre todo el tema de las tentaciones, a las que según la tradición cristiana fue sometido. Estas tentaciones son con las que se relaciona la práctica de disfrazarse en su onomástica.
En Santa María de los Llanos, las Fiestas de Carnaval, empiezan el 17 de enero, con la celebra-ción de la Santa Misa, en la mañana, presidida por la Imagen del Santo en la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción de esta localidad conquense. Posteriormente se sacaba el Santo en procesión al exterior por las calles del pueblo, al final de la cual se realizaba la bendición de los animales en la puerta de la iglesia frente a la imagen de San Antón. En épocas pasadas los animales que se llevaban a bendecir solían ser principalmente los utilizados en las tareas agrícolas y de transporte, principalmente mulas, asnos, bueyes y caballos.
Además de esos animales estaban otros como los perros, que en su mayoría realizaban la función de guardianes y también de ayudantes de los pastores. También podían ser bendecidos otros Animales que estaban en estrecha relación con las personas como cerdos, corderos, gatos, aves de corral, etc. Las mulas, asnos y caballos tras la bendición daban tres vueltas alrededor de la iglesia y posteriormente comenzaba una carrera con los mozos, dueños de esos animales o que trabajaban con ellos, como jinetes por la Calle Mayor hasta una zona alejada del pueblo donde se encontraba una ermita denominada de El Santo junto a un aljibe, que tradicionalmente se tiene como el antiguo asentamiento poblacional. Era una carrera de ida y vuelta hasta la iglesia, cuyo ganador podía llevarse un premio en metálico, además de la admiración del público.
Era costumbre también, engalanar a los animales, con mantas bordadas, colchas, mantones de Manila, banderines, flores, y se les cortaban las crines de especial manera, así como el resto del pelaje. Los trabajadores que servían a familias terratenientes eran los encargados de preparar los animales con los que ellos mismos trabajaban cada día. Algunos de los jinetes se ponían ropas llamativas junto con las mulas y asnos.
Tras las bendiciones y las vueltas de rigor, que debían de dar los animales a la iglesia, se realizaban en ocasiones ofrendas al santo. Entre las ofrendas, destacaban sacos de grano de cereales, pro-ductos agrícolas y alimentos, siendo reseñable el típico pan denominado “caballo de san Antón” y también la “llueca”. Igualmente ofrecían animales como conejos, perros, etc. Esas ofrendas se pujaban entre los asistentes. Hay constancia de la existencia de una hermandad de San Antón que se encargaba de preparar la fiesta del santo y recaudaba dinero para hacer frente a los gastos de la fiesta. Quedan constancia de estas ofrendas en los cuadernos de cuentas de la Hermandad de San Antón de los años 1954 al 1969. Parte de lo ingresado iba para el ganador de la carrera, y otra par-te, para los participantes en el desfile de disfraces, premiando a los mejores, que elegían las autoridades.
Los gastos de la festividad los sufragaban, por regla general, las personas o entidades que las organizaban. Los fondos de estas fiestas, como de cualquier otra, en muchos casos se solían conseguir por recaudación popular de toda la comunidad o de los hermanos de la Hermandad, también de personas que por una promesa o afán religioso ayudaban a hacer frente a los costes.
Otro elemento importante en esta festividad de san Antón es la presencia del cerdo. El cerdo apa-rece en la imaginería dedicada a este santo con gran frecuencia, y es también un animal muy im-portante en la vida alimentaria de las personas en la Península Ibérica.
Para San Antón, en Santa María de los Llanos como en otros muchos municipios, se criaba un gorrino entre todos los vecinos del pueblo que previamente pagaba la hermandad del santo. El cerdo se soltaba cuando era pequeño y se paseaba libremente por todo el pueblo mientras los vecinos le daban de comer. Pasados los meses el cerdo se convertía en un animal grande y pesado. El día de san Antón ese cerdo era rifado entre los vecinos del pueblo, lo que era una gran suerte para quien le tocase. El cerdo solucionaba el invierno para toda una familia, porque tras su matanza (acto muy importante en la vida rural) podían aprovecharse de la carne y productos derivados que aseguraban el alimento al grupo familiar durante meses.
El Carnaval de Santa María de los Llanos, el 17 de enero congrega y se convierte en el centro de atención de la comarca manchega, vecinos de Mota del Cuervo, El Pedernoso, Las Pedroñeras, Las Mesas, Belmonte, Pedro Muñoz, Hinojosos, El Provencio…... acuden a esta peculiar celebración que multiplica por tres la población del municipio, en una celebración de características únicas.
Son los primeros carnavales que se celebran en Castilla-La Mancha. Coinciden con la celebración de San Antón y sin lugar a dudas son los festejos más esperados por los vecinos de la localidad, pero también de la comarca, y prueba de ello son los cientos de personas de distintos pueblos del entorno que se dan cita en el desfile de carrozas y comparsas. Una curiosa celebración en la que el culto religioso al patrón de los animales se mezcla con un desenfadado y divertido desfile de car-naval, en el que se da un punto crítico con divertidas parodias de los acontecimientos y personajes más relevantes del año que se acaba de dejar, aportando el punto de diferencia con otros desfiles de esta naturaleza en nuestra provincia, y para los que aún hay que esperar.
Los samaritanos dejan patente su buen humor con un divertido desfile cuya principal característica son la parodia en tono irónico y de crítica a los acontecimientos y personajes que han
que han copado la actualidad en el año anterior. Algunas de las temáticas de los disfraces están relacionadas con sucesos que se han dado a lo largo del año, ya sea a nivel comarcal, regional, nacional o internacional.
Se preparan disfraces, relacionados con la política, el deporte, personajes famosos, programas de televisión y otros sucesos. Otra de las características que la diferencia de los tradicionales carnava-les es la indumentaria y la forma de preparar los disfraces y las carrozas. Finalizadas las fiestas navideñas, los vecinos se meten de lleno en la preparación de los disfraces y parodias que llevarán al desfile carnavalero. Tanto la temática como los disfraces y carrozas es el secreto mejor guarda-do, la sorpresa siempre es el elemento común de estas fiestas En la preparación de los disfraces solo se utilizan ropas o utensilios propios de los participantes nunca se confeccionan o alquilan grandes disfraces como ocurre en los tradicionales desfiles de carnaval.
El desfile que se celebra este sábado, día 17, no es competitivo. El Ayuntamiento entrega a los par-ticipantes una subvención en función del número de integrantes, como forma de ayudar a mantener la tradición, pero no hay establecidos premios.
Después del desfile se ofrece el tradicional “zurra” a todos los presentes y baile en la Plaza Mayor
Y es que las tradicionales fiestas de San Antón unifican el culto religioso en honor al patrón de los animales y la alegría de un desfile carnavalesco con sus particularidades que lo hacen único tanto por la temática, como por la historia y la tradición, así como por las fechas de celebración y las indumentarias y formas de organizar las carrozas y el desfile.

Los orígenes del Carnaval por San Antón, en Santa María de los Llanos, según testimonios de los más viejos del lugar, fue para burlas la prohibición establecida después de la Guerra Civil Española, por parte del gobierno, que duró de facto hasta 1977, con la excepción de Cádiz que, como consecuencia de la explosión de un polvorín del ejército en 1947, causando muchas víctimas y con objeto de que el pueblo olvidara sus penas, se autorizó de tapadillo que se celebraran las Fiestas del Carnaval.
En 1942 un grupo de amigos decidió el día de San Antón, acompañar al santo disfrazados de banda de música, confeccionándose ellos mismos los uniformes y prepararon los instrumentos musicales con cañas y con lo que pillaban, con el fin que hiciera ruido. Salieron por las calles tocando sus artesanos instrumentos a modo de “comparsa” y acompañando al Santo en la procesión. Se-gún confirmaron los entrevistados, esto gustó mucho a jóvenes y mayores del pueblo y se instauró en años sucesivos continuar con la idea de disfrazarse, participando en esta idea, todo el pueblo. Desde entonces, con anterioridad a la fiesta, las pandillas de amigos se juntan para preparar los disfraces y los elementos que utilizarían.

Otro elemento importante en la festividad de san Antón en Santa María de los Llanos es el de un tipo de pan denominado “caballo de san Antón”. Desde la Antigüedad el pan ha presentado un carácter espiritual y para la festividad de san Antón en muchas localidades se elaboran panecillos especiales.

En Santa María de los Llanos, como en otros pueblos conquenses vecinos, como El Pedernoso, Belmonte, Las Mesas o San Clemente, aparece en este día de san Antón el pan conocido cómo “caballo de san Antón”. Este es denominado así por su morfología: en forma de caballo. Antiguamente se realizaba con masa de pan y se introducía un chorizo y a veces también un huevo antes de ser horneado. Según cuentan los entrevistados, cada uno hacía pan con su harina que obtenía de segar, si tenía sembrado cereales. Con esa harina hacían masa a la que se le añadía levadura que los panaderos entregaban por las casas. Esa masa la llevaban a los hornos del pueblo que solían poseer los panaderos y allí eran horneados. Los panes, como en este caso concreto, con los caballos de san Antón y lluecas*, se hacían junto al de otros vecinos del pueblo en esos hornos. Por utilizar el horno, pagaban una cantidad de dinero a los dueños de los hornos o bien pagaban con panes. Las encargadas de realizar la tarea de amasar y llevar al horno la masa de los panes, hacer la compra de estos y de los caballos solían ser las mujeres.

Los caballos de san Antón después los recogían los vecinos y los llevaban a casa para presentar-lo en el día de san Antón ante la imagen para que fuese bendecido por el párroco. Como en muchos otros casos, el acto de la bendición del pan era realizado al finalizar los actos religiosos. En este caso concreto, se realizaba en la puerta de la iglesia, como con los animales. Tradicionalmente-te el caballo de san Antón se regalaba a los niños, y en algunas familias solo a los niños varones. Era una comida especial para ese día y se vivía con gran ilusión.
En la actualidad se observan cambios en la forma de celebrar la festividad de este santo. Ese día de 17 de enero se sigue celebrando la misa por la mañana, sobre las 11:00, como era costumbre, y posteriormente la procesión por las calles del pueblo. Tras ello se procede a la bendición por parte del párroco de los animales que los vecinos del pueblo acercan a la imagen. Estos animales son mascotas (perros, gatos, roedores, etc.). En la actualidad ya no hay mulas, ni asnos ni caballos que realicen las tres vueltas que debían dar en tiempos anteriores a la iglesia, ni para correr. Es debido a que la función que esos animales realizaban fue sustituida desde los años 1960, aproximadamente, por los tractores, y desde entonces comenzaron a decaer en número estos animales hasta des-aparecer de la totalidad de las casas samaritanas. Mientras, han aumentado los animales que tie-nen labor de mascotas como perros, gatos, periquitos, entre otros.
En cuanto a los disfraces, en la actualidad son muchos los samaritanos que participan caracteriza-dos de distintas formas. Desde hace un par de décadas se realiza un desfile de disfraces. Sigue la costumbre de preparar los disfraces en los días previos al 17 de enero, empezando a preparar es-tos desde las navidades o en el periodo que van entre estas y la festividad de san Antón. Otra costumbre característica es que se tiene en secreto el tema del que se disfraza cada persona y cada grupo hasta la hora del desfile.
Desde el ayuntamiento se insta a que a las 16:00 de la tarde estén presentes las personas disfraza-das que saldrán en el desfile y las carrozas enfrente de la cooperativa agrícola San Isidro Labrador en la Calle Carreterilla, a unos 700 metros de la parroquia local. El abanico de edad de los participantes disfrazados es muy amplio, y van desde niños de meses, en ocasiones, a personas de más de 80 años. En general, sí que predomina la gente joven entre los disfrazados.
Sobre esa hora es puesta la imagen de san Antón en la puerta de la iglesia, que permanece abierta toda la tarde. La imagen se encara hacia fuera de la iglesia. Enfrente de la imagen, se sitúa el párroco Al lado de él se sitúan las autoridades municipales y comarcales. A lo ancho de la Plaza Mayor se sitúa un par de centenares de personas que esperan la llegada del desfile. Entre el público se ven personas de muy distintas edades, desde niños de meses de vida en carritos hasta personas mayores de 80 años: habitantes habituales del pueblo, personas con raíces en esta localidad y visitantes de otras localidades cercanas. A lo largo de todo el recorrido desde el lugar de salida del des-file hasta el cruce de la Calle Carreterilla con la Calle Mayor, más personas se sitúan para observar el desfile, que va armonizado por una charanga, que va tocando canciones populares, algunas de ellas con letras jocosas, canciones típicas de época carnavalesca.
La mayoría de los grupos disfrazados llevan consigo carrozas, tiradas por  tractores agrícolas con remolques, también coches, motos, y algunos vehículos personalizados creados artesanalmente. El desfile tarda más de una hora en llegar la primera carroza desde el inicio hasta la puerta de la iglesia. Tractores y demás carrozas decoradas con cartones y distintos elementos presentan carteles escritos con comentarios jocosos. Algunos de esos vehículos llevan además altavoces que emiten música en alto volumen. En ocasiones, las canciones también tienen relación con la temática de los disfrazados. Entre otros grupos (sobre todo personas de mediana edad y personas mayores también) realizan cantos a especie de coplas, cantos al santo, rimas, tanto relacionadas con el santo y la festividad como sobre lo que van vestidos o asuntos que han ocurrido desde el nivel local al internacional.
Se observan disfraces de distinto tipo. Destaca que muchos de los chicos jóvenes van disfrazados de mujeres con vestidos cortos, pelucas y con pechos postizos. Se pueden distinguir distintas temáticas dependiendo de grupos que normalmente acompañan a un tractor con remolque. Algunas de las temáticas están relacionadas con sucesos que se han dado a lo largo del año, ya sea a nivel comarcal, regional, nacional o internacional. Se dan disfraces así relacionados con la política, el deporte, personajes famosos, programas de televisión y otros sucesos.
Cuando los disfrazados llegan enfrente de la imagen de san Antón el párroco lanza agua bendita a los disfrazados y a las carrozas e instrumentos que llevan. Los disfrazados avanzan unos cincuenta metros más hasta un pozo denominado “Pozo de abajo” y allí las carrozas y gran parte de los disfrazados siguen andando por la Calle Colón hasta el denominado “Pozo de los pastores” donde las carrozas dan la vuelta y vuelven para pasar nuevamente enfrente de la iglesia, aunque ya muchos de los disfrazados no suben en las carrozas, y estas son aparcadas generalmente a lo largo de la Calle Mayor, y otras carrozas son llevadas a guardar.
Cuando la charanga llega en frente de la iglesia se queda a un lado y sigue armonizando el paso del resto del desfile, y la final de este siguen tocando música para todo aquel que quiera bailar, tanto público como disfrazados. Además, en la misma Plaza Mayor, la hermandad de san Antón pone a disposición de todo el mundo zurra, una bebida popular realizada sobre todo en épocas de festejos a base de vino blanco al que se añade gaseosa, fruta troceada como manzana y limones, y azúcar. También preparan limonada y se pone a disposición de todos aperitivos como cacahuetes y pata-tas fritas.
Era costumbre, que tras todo el baile en la plaza la gente se reuniese a merendar, bien en familia o entre amigos, el característico “caballo de san Antón”, que en la actualidad es preparado como un bollo, por lo que es dulce al llevar azúcar por encima y también se suele decorar con golosinas. Se suele comer con chocolate caliente, principalmente para hacer frente al frío de una tarde-noche de mediados de enero. También presentado de la misma manera, además del “caballo de San Antón”, se suele comer la llueca (masa de pan, con azúcar y gominolas).
En la actualidad los jóvenes, principalmente, siguen tras el desfile por las calles bebiendo y bailan-do. La hermandad y el ayuntamiento habilitan una carpa en la plaza en la que se sirven bebidas en la que acuden disfrazados y público para seguir con la fiesta amenizada con música. Al pueblo acuden, en esta fecha, propios y ajenos que disfrutan con la fiesta. Algunos samaritanos que residen fuera de la localidad suelen pedirse ese día libre en su trabajo para disfrutar de la fiesta. Además, algunos traen como acompañantes a amigos para que disfruten y vivan la fiesta.
La festividad de san Antón en Santa María de los Llanos es de una gran riqueza en cuanto a patrimonio cultural inmaterial se refiere, hundiendo sus raíces en los siglos medievales. Los tiempos contemporáneos y las circunstancias históricas con los nuevos estilos de vida humana, influenciaron como es lógico a la festividad, sobre todo dotándola de más alegría y colorido y adelantando los tradicionales días carnavalescos a unas fechas tan tempranas y frías como un 17 de enero.
Otro aspecto muy importante a tener en cuenta, es la rica gastronomía manchega y sus buenos restaurantes, en torno a Santa María de los Llanos, Algunos con estrellas Michelin y otros, sin estrellas, muy recomendados y con una buena relación precio-calidad.

Don Perfi.- Calle Carretilla, 32 .  Santa María de los Llanos. - Cuenca
Restaurante Kiko. - Calle Ramón y Cajal, 2 – Belmonte – Cuenca
Restaurante Castilla – Avenida Príncipe Felipe de Borbón y Grecia, 159 – Las Pedroñeras
El Fogón de Enrique. – Calle Rabosero s/n. Mota del Cuervo.
El Chuletero. - Calle Real Alta, 45. Mota del Cuervo.
La Muralla. – Calle Osa de la Vega, s/n. Belmonte.
Las Rejas. – Calle General Borrero, 41.- Las Pedroñeras.

Espero y deseo, que pronto está Fiesta sea declarada de Interés Regional, por parte de los Organismos competentes.

Miguel Casas
Autor de la Guía Miguelin
Miembro de FIJET (Federación Mundial de Periodistas y Escritores de Turismo).

*Bibliografía Euro Mundo Global

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